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HABLEMOS DE TIPOS DE SUSPENSIONES

Cuando hablamos de conducir una motocicleta, la comodidad es sin duda alguna un factor importante. En esta nota hablaremos sobre la suspensión, siendo este un sistema de amortiguación ante las irregularidades y curvas del terreno, que se encarga de mantener el equilibrio, absorber los impactos de la carretera y brindar una conducción suave y cómoda. Una buena suspensión mejora la seguridad en la carretera y optimiza el rendimiento general de la motocicleta.

En primer lugar, es importante reconocer los tipos de suspensión que ofrecen nuestras motocicletas, entendiendo las diferencias entre la suspensión delantera y trasera, pues tienen características específicas y cumplen funciones diferentes, que contribuyen a la experiencia de conducción.

La suspensión delantera por lo general se encarga de recibir los impactos y vibraciones provenientes de la rueda delantera al encontrarse con irregularidades en la carretera. Al mismo tiempo juega un papel importante al mantener el contacto constante de la rueda delantera con el suelo, mejorando la tracción y la capacidad de frenado. Algunos de los componentes de la suspensión delantera son los resortes, estos proporcionan la capacidad de absorber los impactos de la carretera y convertirlos en vibraciones, manteniendo el equilibrio de la motocicleta, otro elemento fundamental es la horquilla telescópica que está compuesta por dos tubos telescópicos, uno situado dentro del otro, que es el contenedor de los resortes y los amortiguadores; estos últimos son quienes controlan la velocidad del rebote de los resortes y ayudan a mantener el control de la suspensión.

Por otro lado, la suspensión trasera es la encargada de absorber los impactos y mantener el control de la rueda trasera, proporcionando estabilidad y tracción adicional, manteniendo el equilibrio de la motocicleta en curvas y cambios de dirección. Como elemento fundamental está el mono amortiguador, ubicado en la parte trasera de la motocicleta, responsable de absorber los impactos y controlar la suspensión. Además, cuenta con un brazo oscilante, que se encarga de conectar la rueda trasera al chasis de la motocicleta y permite el movimiento vertical de la misma. Por último, los resortes, que en algunas ocasiones se utilizan en el sistema de suspensión trasera para proporcionar una mayor capacidad de absorción de impactos y ajuste de la precarga.

La elección del tipo de suspensión adecuada para una motocicleta es crucial para garantizar un rendimiento óptimo y una experiencia de conducción satisfactoria. Las motocicletas deportivas, generalmente requieren una suspensión más rígida y ajustable para ofrecer un rendimiento óptimo en curvas y altas velocidades, las horquillas telescópicas con ajustes de compresión y amortiguación son comunes en la suspensión delantera, mientras que suelen ser preferibles los sistemas de suspensión trasera de mono amortiguador ajustable. Por otra parte, encontramos las motocicletas de trabajo, para este segmento la comodidad y la durabilidad suelen ser características más importantes que el rendimiento deportivo, es necesario una suspensión más suave y capaz de lidiar con cargas pesadas, las horquillas telescópicas convencionales son más adecuadas para la suspensión trasera con mayor capacidad de carga y resistencia lo cual es más beneficioso para el uso que se le da a la motocicleta. No podemos dejar atrás el segmento de aventura o doble propósito, estos vehículos necesitan una suspensión versátil que pueda adaptarse a una variedad de terrenos y condiciones de conducción, una suspensión con recorrido más largo y ajustes de precarga, compresión y amortiguación es recomendable. Los sistemas de suspensión trasera mono amortiguador o de enlace pueden funcionar bien en estas motos.

En resumen, la suspensión en una motocicleta desempeña un papel fundamental en la comodidad, estabilidad y seguridad durante la conducción. Un sistema de amortiguación adecuado absorbe mejor los impactos y vibraciones de la carretera, proporcionando una conducción suave y controlada.  Contribuyendo a mantener el contacto de las ruedas con el suelo, mejorando la tracción y la capacidad de frenado.

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