La explicación es que en los sistemas de alimentación con un control electrónico, el computador recibe señales de la calidad del aire o presión atmosférica, su temperatura y otras variables que le ordenan ajustar la mezcla y momento de la chispa para evitar la detonación (pistoneo). Ese modo protegido implica que la máquina muchas veces no trabaje al ciento por ciento de su rendimiento.
Con los carburadores y encendidos fijos que no tienen ese ajuste automático, se necesita cambiar manualmente la proporción de la mezcla y, en último paso, subir el octanaje para que no haya pistoneo, especialmente cuando se trabaja en baja altura.
Así que, en pocas palabras, salvo que el motor de nuestra moto tenga requisitos especiales debido a la relación de compresión, la gasolina corriente es funcional, y poner una superior no necesariamente mejora el rendimiento.