Las calles de Bogotá se convirtieron en el escenario perfecto para un recorrido lleno de pasión y aventura. Claro de Luna fue el punto de llegada en donde vivimos momentos de integración con espacios agradables para conversar, hacer dinámicas, competencias por premios y un delicioso almuerzo demostrando que tan buenos somos trabajando en equipo. Todo nos llevó a un domingo emocionante de risas y conexión entre la Familia Suzuki.